sábado, 12 de enero de 2008 | | 0 cuentistas

Diario de una masía



En el año 2000, en una masía, falleció un señor por culpa de una embolia. Era un señor que se hacía querer y que mucha gente le conocía.
Al día siguiente, sus hijas vinieron a reclamar su herencia y la masía se tuvo que vender. Al verano siguiente, una noche se escucharon ruidos muy extraños que nunca antes se habían escuchado en esa masía tan humilde.
Varios días después la señora de la casa estaba cerca de la ventana y se puso a beber agua. De repente la figura de mi tío apareció ante los ojos de mi madre que se quedó paralizada de terror. Acto seguido, mi madre llamó a mi hermano y salió corriendo a ver si había alguien o alguna cosa por el estilo.
Desde aquel día, en mi casa han pasado cosas extrañas por la noche. Por ejemplo, por los pasillos se ven sombras, se escuchan pasos y se escuchan ruídos fuertes como si llamaran con algo de hierrro.
Hoy,31 de enero de 2008, nos tenemos que mudar debido a que sus hijas quieren su media masía.
A mí me entristece mucho tener que irme de la casa donde he estado toda mi vida, pero espero que los espíritus que hay en aquella casa nunca perdonen lo que nos han hecho.
Aquí se acaba el diario de la masía.

Drotzu 2ºC

| | 0 cuentistas

Un viaje al fondo del mar


Está anocheciendo. Mañana, muy temprano, haremos un viaje al fondo del mar. Somos seis: Don Manuel, el profesor Juan, la doctora Andrea, José, María y yo.
Para despedirnos de nuestros íntimos amigos hemos organizado una fiesta.
Acabada esta divertida fiesta todos se marcharon. Quedamos solos y tristes. Empezamos a hablar de nuestros planes al volver de ese fascinante mundo.
María dijo:
-"Yo haré otra fiesta aún más elegante que ésta."
-"Y yo realizaré mi boda con Beatriz", dijo José.
-"Bueno, vamos a dormir que mañana hay que madrugar"-dijo Andrea.
Estaba medio bebida, aunque, en realidad, lo estábamos todos.
Ya acostados, yo me puse a pensar en lo divertido que iba a ser. Pasaron horas y horas, hasta que amaneció.
Nos despertamos. María preparó el desayuno. "Está exquisito", dijo Manuel.
Más tarde cogimos nuestras cosas y marchamos al puerto. El submarino era muy grande. Yo me asusté al verlo. Entramos en él. Parecía ser muy lujoso. Las habitaciones eran algo pequeñas.
-"¡Ya zarpamos!", dijo José muy contento.
Pasaba una hora. íbamos bajando por el agua. Yo no me alejaba de la ventana para observar los preciosos peces. Al rato, vi un enorme pez:
-"¡Por favor, profesor, mire qué pez tan grande!".
-"No te asustes, es un pez perro. Yo he estudiado mucho sobre este pez", dijo."Ahora vamos a subir. ¡Oh!, ¡el submarino no sube!".
-"¿Qué nos pasará, profesor?.Nos quedarmos aquí abajo".
-"No creo. Estaba atrancada una de las palancas y tenemos aceite", dijo Juan.
-"¿Qué haces, Juan?. ¿No ves que has echado todo el poco aceite que teníamos?.¿Ahora qué hacemos?".
-"Dale a la palanca y observaremos lo que sucede".
-"¡Oh,qué rápido!".
-"¡Cuidado!, ¡vamos a chocar contra esa enorme roca!".
-¡"Aaaaaah!".
-"¡Mirad, mirad, nos hemos chocado!".
-"Bueno, pues vamos a salir un rato fuera".
-"Tú quédate aquí, Andrea. Nosotros ya estamos preparados. Tres, dos, uno, cero...".
-"¿Os encontráis bien?"
-"Sí, sí, muy bien. Vamos por esa cueva. Está muy oscura".
-"¡Mirad cuántos peces!".
-"¡Mirad, chicos, hay delfines!".
-"Vamos enseguida al submarino".
-"¿Dónde está?. No se ve.¡Cuidado Manuel que viene un delfín detrás de ti!".
-"¡Nuestro submarino se va!".
-"¡Juan, ten cuidado con esa roca!".
-"¡Ay, qué daño me he hecho!".
-"Juan, te lo dijimos. Mira lo que has hecho por no hacernos caso".
Llegamos al submarino. Andrea abre la puerta."Un momento, mirad aquello".
"¡Pero si son tesoros!.¡Vamos por ellos!"
-"¡Somos ricos, somos ricos!. Vamos ya rumbo a nuestra ciudad".
Durante todo el viaje estuvimos observando aquellas preciosas joyas.
-"Hemos llegado".
Poco después llegó la prensa y contamos todo lo que nos había sucedido.
La boda de José se realizó y fueron muy felices.
María cumplió su sueño.

Nenita Aa 2ºC

| | 0 cuentistas

Aquella estrella



"Brilla, brilla estrellita.No pares de brillar", decía la niña para que sus sueños se cumplieran con más empeño.
Aquella niña de tres años con esperanza, soñaba que de grande pudiera ser modelo. A los nueve años la pusieron a trabajar de lavaplatos para poder comer porque por mala suerte no tenían dinero.
A los quince años y sin estudios trabajaba de cajera. Un día, el patrocinador de grandes modelos, al verla se quedó emocionado y la contrató.
Ella recordó lo que soñaba y le pedía a aquella estrella que siempre le acompañaba de pequeña.
Aquella noche miró hacia el cielo y vio aquella estrella.Sorprendida hizo una promesa.Prometió que llegaría muy lejos y le dio las gracias a la estrella por haber cumplido su sueño.
Era la más guapa de todas las chicas. Le tenían envida todas. Le costó aprender pero llegó a conseguirlo.
Cuando se equivocaba, se reían de ella, le preparaban trampas y le hacían la vida imposible. Pero ella seguía adelante.
Un día, se comprÓ un peluche con forma de estrella, y el peluche le dijo:" estaré siempre contigo". Era aquella estrella, la de los sueños.
De lo que cobraba le daba la mitad a sus padres para que pudieran comer.
Ella destacaba entre las demás.

Vaitiare Herrera Trejo 2ºC


| | 2 cuentistas

Una navidad sin ti


Un día antes de Navidad, un niño llamado Eiver se despertó, se puso sus zapatillas y bajó al comedor a ver la televisión.
Su madre y su padre estaban en la cocina preparando el desayuno. La jefa de la madre llamó a la puerta, Eiver abrió y preguntó por su madre. Él la llamó. La mujer le dijo que se tenían que ir de viaje de negocios a Palestina. Ella le dijo que no quería ir poque quería pasar las navidades con su familia, pero Lídia, la jefa, le dijo que no podía rechazarlo porque ya tenía los billetes del avión.
La madre no se pudo quedar y, rápidamente, hizo la maleta y se despidió de los dos.
En el avión se puso a pensar:"Cuando llegue nos iremos a Disneyland París de viaje".
Llegaron a Palestina, se subieron al autobús para ir a algún restaurante para saciar el hambre. Pero un suicida se subió al autobús y murieron todos.
Antes, Lídia y Anahí, su madre, se bajaron del autobús.
Salieron del restaurante y unos hombres las raptaron.
A Gio, el padre, le informaron que había fallecido aquel mismo día su mujer, porque pensaban que iba en el autobús.
Gio se lo dijo a su hijo después de navidades. Eiver se fue corriendo hacia el lugar donde se escondía cuando estaba triste o enfadado. Allí se echó a llorar.
Cuando la vecina apareció y le preguntó qué le pasaba, él le contó lo sucedido.
Los dos se fueron a sus casas.
Un año después, para la navidad, decoraron toda la casa con luces, flores muñecos... muchos adornos de navideños.
Se lo pasaron en grande, pero eso sí, sin olvidar a su madre y esposa.

Vaitiare Herrera Trejo 2ºC

jueves, 29 de noviembre de 2007 | | 0 cuentistas

¡Cómo ha cambiado el cuento!





Ya véis cómo podemos cambiar el final de un cuento popular y tradicional por uno divertido y diferente.
Ahora crearemos nuestra propia versión del cuento basándonos en este divertido vídeo.
¡Comencemos a inventar!

martes, 20 de noviembre de 2007 | | 0 cuentistas

Cuentitis aguda

miércoles, 7 de noviembre de 2007 | | 0 cuentistas

"Preámbulo de las instrucciones para dar cuerda a un reloj", de Julio Cortázar




Tiempo.
Para pensar.
Para actuar.
Para vivir.
Para contemplar...sus ojos.